PRIMICIA: carta de renuncia de J. L. García Uribe a EL MUNDO de Medellín.

Medellín, martes 9 de abril de 2013

Doctor
Guillermo Gaviria Echeverri
Director EL MUNDO

Apreciado doctor Guillermo:

Obligado por las actuales difíciles circunstancias de mi trabajo y pese a la distancia que usted le ha marcado al periódico por razones de fuerza mayor, me veo obligado a escribirle esta carta, en el marco de la entera franqueza que a mí me obliga, como uno de los jefes de redacción de su diario.

Usted ha sido testigo, por otras cartas que le he escrito en otras épocas, como la del 28 de julio de 2009 (se la adjunto), que las relaciones con la editora general no han sido las mejores y que su común denominador en términos generales ha sido desconocerme.

Desde el viernes 4 de enero de este año, cuando ella me comunicó la decisión de la empresa de suspender indefinidamente la columna de Juan Paz, determinación que he respetado con integridad profesional, mi vida en el periódico se vino al suelo.

El lunes 14 de enero me llamó a regañarme y a gritarme porque yo les había anticipado a Ramón Elejalde y al colega Orlando Cadavid, que el periódico había suspendido a Juan Paz. Y lo hice para que no me enviaran material para la columna. Los términos de su trato fueron tan humillantes, que al otro día martes 15 yo le envié la siguiente nota, que quiero que usted conozca:

“Irene:

Esta nota se la escribo con el corazón. Con todo respeto, el viernes de la semana pasada fue el peor día de mi historia en EL MUNDO. Ningún error de un empleado justifica el trato que usted me dio. Me sentí humillado. Quiero mirar a los ojos a mis niños Isabella y Sebastián, que sepan que su papá trabaja donde lo respetan y lo tratan bien. No donde lo humillan. Nunca me he negado a aceptar mis equivocaciones. Y en los últimos días he trabajado bajo mucha tensión, demasiada. Martin Luther King decía que la violencia de las palabras puede ser peor que la violencia de los hechos. Tengo la mejor voluntad de hacer las cosas lo mejor que pueda. Y en las buenas relaciones se trabaja excelente como en otras ocasiones. Ese es mi deseo. Usted sabe y el equipo también que no me niego a nada. Pero me hiere muchísimo el maltrato, sobre todo por mis hijos. Pienso en ellos.

Cordial saludo.

Ese mismo 15 de enero me llamó, no hizo referencia a esta nota, pero me dijo que de todas maneras el periódico me ratificada total respaldo y confianza.

Sin embargo, una semana después la gerente del periódico y la editora general me comunicaron que, como Juan Paz no estaba saliendo, habían decidido no pagarme más la variable de sueldo de 1 millón 069 mil pesos que EL MUNDO siempre me ha cancelado hace más de 25 años. Les expliqué que esta variable de salario nunca obedeció a Juan Paz y que incluso cuando la familia Gaviria compró el periódico en 1991, a mí ya se me pagaba parte del sueldo así. Le dije a la señora editora, con todo respeto, que me parecía un atropello y una injusticia, porque la decisión de suspender a Juan Paz era de la empresa y que yo jamás me he negado a acometer trabajo alguno. No obstante las explicaciones, ni la gerente ni la editora general han cruzado conmigo ninguna otra explicación, pero me rebajaron el sueldo.

La señora editora me dijo ese día que lamentaba que yo no estuviera de acuerdo con esa decisión, pero que le gustaría seguir contando conmigo en la empresa, como dando por anticipado que yo iba a presentar la renuncia en forma inmediata.

Quiero decirle señor director, que a partir de esa fecha, la señora editora cortó toda comunicación conmigo. Como uno de los jefes de redacción, soy un cero a la izquierda, no cuento para nada. Ni siquiera para la sección de En Pocas Líneas. Todas las decisiones las toma con el otro jefe de redacción. Así contrataron a la editora internacional y a otra periodista de económicas, pese a que son secciones que dependen directamente de mí. Las conocí el día en que llegaron a trabajar.

Mi situación profesional en el diario es insostenible, pues yo interpreto esta actitud suya, de desconocerme en forma permanente, siendo mi superiora inmediata, como una presión para que yo me vaya del periódico.

No quiero entrar en confrontaciones con nadie. Al periódico le he prestado mis servicios durante 32 años, desde la fundación en marzo de 1979. Me retiré en 1994 para irme a fundar El Meridiano de Córdoba y regresé a EL MUNDO en 1996 por petición expresa de Aníbal su hijo, en una reunión en la oficina suya en El Poblado a comienzos de noviembre de 1996.

Creo que he llegado al final del camino en EL MUNDO. Le agradezco de corazón la confianza que siempre depositó en mí. Tengo la íntima convicción de que jamás fui inferior a la franqueza de su amistad y a las responsabilidades que desempeñé con profesionalismo en el periódico. Siempre fui respetuoso de sus decisiones y me siento orgulloso de haber desarrollado una trayectoria seria y profesional, con un comportamiento íntegro a toda prueba y el respaldo de una hoja de vida limpia.

Desde luego que puede contar siempre con mi amistad sincera y sin concesiones.

Sobra decirle que esta renuncia tiene efectos inmediatos.

Cordialmente,

Jairo León García Uribe.

C.c. Irene Gaviria, editora general.

Angela Marulanda, gerente.

2 comentarios

Archivado bajo Uncategorized

2 Respuestas a “PRIMICIA: carta de renuncia de J. L. García Uribe a EL MUNDO de Medellín.

  1. Que bárbara puede ser una persona al mando, cuando desconoce trayectoria, experiencia y dignidad …eso no debería suceder en el país, así como tampoco que no haya protección contra el abuso de rebajar los salarios sin más

  2. Lo importante aquí, es que a Este señor que se ha dedicado a los medios y es respetuoso en sus tratos, sus jefes le han hecho bullying, es una forma de terrorismo silencioso en el trabajo, es una persecución laboral. Qué pena me da esto. Quedó en entredicho para mi este diario y me queda ese sinsabor de las cosas mal hechas por parte de ese par de señoras. Espero para este señor un mejor futuro y que sea la oportunidad para estar en un lugar mejor

Deja un comentario